

La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral frecuente en niños pequeños, aunque también puede afectar a adolescentes y adultos. Suele generar preocupación en las familias por sus síntomas visibles y su rápida propagación.
En este artículo te explicamos de forma clara y confiable cómo identificarla, prevenirla y manejarla adecuadamente, con el respaldo médico y la experiencia en salud de Emermédica.
La enfermedad de manos, pies y boca es una infección causada por el virus Coxsackie A16. Pertenece a un grupo de virus llamados enterovirus, que se transmiten fácilmente por contacto directo.
Afecta principalmente la mucosa oral, las palmas de las manos y las plantas de los pies, produciendo ampollas o erupciones características. También puede generar síntomas generales como fiebre, dolor de garganta y pérdida del apetito. Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan en 7 a 10 días sin complicaciones, es importante actuar desde el primer síntoma para evitar la propagación.
Esta enfermedad se propaga muy fácilmente, especialmente en lugares donde hay contacto cercano entre personas (como colegios, jardines infantiles o el hogar).
Las principales vías de contagio son:
El virus puede seguir presente en el organismo durante varias semanas, incluso después de que desaparezcan los síntomas. Por eso, es fundamental mantener medidas de higiene incluso después de la recuperación.
La enfermedad de manos, pies y boca suele tener un periodo de incubación de 3 a 6 días, lo que significa que una persona puede estar contagiada sin presentar síntomas de inmediato.
Dato importante: En algunos casos, las lesiones pueden aparecer también en glúteos, rodillas o codos. Aunque no es común, si ocurre debe vigilarse para descartar otras enfermedades.
El diagnóstico generalmente se realiza mediante una evaluación clínica por parte de un médico, observando las lesiones típicas en boca, manos y pies, junto con los síntomas asociados.
En casos atípicos o cuando se requiere confirmar el virus, se pueden realizar pruebas de laboratorio (como frotis de garganta o muestras de heces). Sin embargo, esto no suele ser necesario en la mayoría de los casos.
Prevenir la propagación de esta enfermedad es posible con hábitos sencillos pero consistentes. Según la CDC y el Ministerio de Salud de Colombia, las siguientes acciones son altamente efectivas:
Es la medida más importante. Debe hacerse con agua y jabón por al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, toser, estornudar o cambiar pañales.
Limpia juguetes, mesas, manijas y objetos compartidos con desinfectantes de uso doméstico seguros.
Si hay un caso positivo en casa o en el colegio, es clave aislar temporalmente a la persona enferma para cortar la cadena de transmisión.
Una buena nutrición fortalece el sistema inmunológico. Incluye frutas, verduras y proteínas magras para mejorar la respuesta defensiva.
Explicarles de forma sencilla por qué deben lavarse las manos y no compartir vasos o cubiertos fomenta hábitos saludables desde temprana edad.
No existe un tratamiento específico para eliminar el virus. El objetivo del manejo médico es aliviar los síntomas, prevenir complicaciones y evitar contagios.
Si los síntomas se agravan o aparecen signos de alarma, se debe acudir inmediatamente a un profesional médico.
La enfermedad de manos, pies y boca no suele ser grave, pero sí requiere atención cuidadosa para evitar contagios y complicaciones. La prevención, la nutrición adecuada y el acompañamiento médico oportuno marcan la diferencia. Con Emermédica, accedes a servicios médicos domiciliarios, telemedicina y orientación profesional sin largas esperas.


Autor: Emermédica S.A.