



¿Alguna vez has sentido que tus logros no son suficientes, que “tu éxito es suerte” o que en cualquier momento descubrirán que “no eres tan capaz”? Si esto te suena familiar, podrías estar enfrentando el síndrome del impostor, un fenómeno emocional cada vez más común que afecta la salud mental y el bienestar de millones de personas en el mundo. En Emermédica te contamos cómo reconocerlo, por qué aparece y qué hacer para prevenir sus consecuencias.
El síndrome del impostor es un patrón psicológico en el que una persona no logra reconocer sus habilidades, capacidades o logros, y vive con el miedo constante de ser descubierta como un “fraude”.
Aunque no es una enfermedad, sí impacta la salud emocional, la autoestima y la forma en que enfrentamos los retos diarios.
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), este fenómeno afecta a personas altamente competentes, sin distinción de edad, profesión o género. De hecho, estudios recientes estiman que más del 70% de la población lo ha experimentado en algún momento de su vida.
El origen del síndrome del impostor es multifactorial. Entre las causas más comunes se encuentran:
Las personas perfeccionistas suelen fijar estándares imposibles de cumplir. Al no alcanzarlos, creen que “fallaron”, aunque el resultado sea excelente.
Las redes sociales y los entornos competitivos facilitan comparar nuestros logros con los de otros, generando una percepción distorsionada del éxito.
Crecer en ambientes donde se exigen altos niveles de rendimiento puede generar la idea de que nada es suficiente.
Aunque reciban felicitaciones externas, las personas con este síndrome sienten que sus logros se deben a la suerte y no a su talento.
Reconocerlo es el primer paso para prevenir su impacto en tu salud emocional. Algunas señales incluyen:
Si no se detecta a tiempo, este síndrome puede desencadenar problemas asociados a la salud emocional como:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) resalta que el bienestar emocional es clave para la prevención de enfermedades y para mantener una vida equilibrada. Por eso, escuchar las señales de tu cuerpo y mente es un hábito fundamental.
En Emermédica promovemos la prevención y el bienestar integral. Estas acciones pueden ayudarte a retomar el equilibrio:
Haz una lista de tus metas alcanzadas. Verlas por escrito te ayudará a darle valor real a tus capacidades.
Compartir tus emociones con profesionales de la salud, familiares o amigos puede disminuir la carga y darte una visión más objetiva.
Reemplaza frases como “no soy suficiente” por “estoy aprendiendo” o “soy capaz”.
Errar no te convierte en un fraude; te convierte en humano. La medicina, la ciencia y cualquier área profesional avanzan gracias al ensayo y error.
Los médicos y profesionales en salud mental pueden ayudarte a manejar la ansiedad, mejorar tus hábitos y fortalecer tu nutrición emocional.
Si estos pensamientos afectan tu rendimiento, tus relaciones o tu bienestar emocional, es momento de consultar. Pedir ayuda no es señal de debilidad, es un acto de prevención y autocuidado. En Emermédica, nuestros servicios de orientación médica y acompañamiento en salud están diseñados para cuidar integralmente tu bienestar.
Superar el síndrome del impostor es posible. Empieza por reconocer tus capacidades, adoptar hábitos saludables y permitirte pedir apoyo cuando lo necesites. Tu salud emocional es tan importante como tu salud física, y en Emermédica estamos listos para acompañarte.


Autor: Emermédica S.A.