El síndrome de la hiperconexión es una condición que surge del uso excesivo e ininterrumpido de dispositivos tecnológicos como celulares, computadores, tablets o televisores. Aunque no está clasificado oficialmente como un trastorno médico, cada vez más expertos lo reconocen como un problema emergente de salud pública. La hiperconexión no se refiere solamente a pasar mucho tiempo frente a una pantalla, sino a la pérdida progresiva de control sobre el uso de la tecnología, al punto de generar ansiedad, cansancio, irritabilidad, aislamiento y deterioro de la calidad de vida.
Hoy, estar “siempre disponibles” se ha convertido en la norma, especialmente en contextos laborales, educativos y sociales donde se espera una respuesta inmediata. Esta conectividad constante impide que el cerebro descanse, genera sobrecarga de información y dificulta la desconexión emocional del entorno digital. Como resultado, el cuerpo y la mente entran en un estado de alerta permanente que, con el tiempo, puede derivar en estrés crónico, insomnio, fatiga mental y emocional, entre otros problemas.
Colombia no es ajena a esta problemática. Según el Informe Digital 2024 de We Are Social, el colombiano promedio pasa más de 9 horas diarias frente a una pantalla conectada a internet, una de las cifras más altas de América Latina. De ese tiempo, más del 70% se invierte en el celular, ya sea navegando en redes sociales, respondiendo mensajes o viendo videos. Además, un 65% de los usuarios reconoce que pasa más tiempo del que quisiera frente a las pantallas, y muchos afirman sentir ansiedad si se desconectan por algunas horas. Por otro lado, el Ministerio TIC señala que el uso excesivo de pantallas está directamente relacionado con trastornos del sueño, dificultades en la concentración y síntomas de ansiedad, especialmente en jóvenes y trabajadores en modalidad remota.
El exceso de conexión digital puede causar:
Para prevenir el síndrome de la hiperconexión, es clave establecer límites digitales saludables. Esto incluye definir horarios sin pantallas (por ejemplo, durante las comidas o antes de dormir), silenciar notificaciones que no sean urgentes, y practicar actividades offline como caminar, leer o compartir con seres queridos sin el celular en la mano. También es recomendable programar pausas durante las jornadas laborales digitales, realizar ejercicios de relajación o meditación y, en algunos casos, considerar un “detox digital” temporal, donde se limite el uso de redes sociales o dispositivos por periodos específicos.
Desde Emermédica promovemos el equilibrio entre el mundo digital y la salud integral. Reconocer este síndrome es el primer paso para prevenir afectaciones mayores. Un estilo de vida más saludable también comienza por saber cuándo y cómo desconectarse.
Autor: Emermédica S.A.
Pediatra